jueves, 29 de diciembre de 2011

Medicina Integral Comunitaria

Se arrecia la campaña de desprestigio y las opiniones adversas, a uno de los programas más justos y exitosos de la revolución bolivariana como lo es, la formación de Médicos Integrales Comunitarios. Con los argumentos más falaces pretende la élite médica de este país minimizar por un lado el alcance social que estos médicos significan para la población y por el otro ocultar sus verdaderas pretensiones y deseos que no son otros que seguir manteniendo el sistema de salud público a sus anchas apetencias mercantilista transformándolo en un apéndice de la medicina privada, engranado a una salud tutelada por las pautas de las grandes trasnacionales farmacéuticas y empresas tecnológicas de equipos médicos, sin menoscabo a la tecnología la esencia de  nuestro nuevo sistema de salud debe ser el hombre como un todo interrelacionado a un complejo sistema Biopsicosocial. Donde debe privar el precaver y no el curar en contraposición a la pauta de la medicina capitalista que fortalece su categoría dominante, La Ganancia. Nosotros nos debemos a la medicina socialista que consta con un medico integral comunitario signado por los siguientes principios: Solvencia Científica, Integridad Moral, Humildad, Autocrítica, Identificado con los objetivos de la justicia, y sobre todo una gran fortaleza moral ante las presiones, las amenazas, las tentaciones, la adulación, los sentimentalismos y los nexos gremiales. A esto añadimos nuestra divisa que nos es otra que la gratuitidad de la salud reconociendo esta como un derecho universal e inalienable

La burguesía aduce hipócritamente sobre nuestra formación dizque preocupados por la salud de nuestro pueblo, vanagloriándose de un supuesto nivel científico bien cuestionado por los resultados que en materia de salud nuestro pueblo venía afrontando. Ellos, los mercaderes de la salud, empezaron criticando nuestro enfoque en contraposición al de ellos, pues, el hecho de que nos llamemos médicos integrales comunitarios no es una casualidad, encierra este nombre todo el desafío de este profesional ante los nuevos tiempos históricos que vive el país, ellos dicen graduar médicos cirujanos título que prácticamente es una verdadera perogrullada pues no hay cirujanos con seis años de estudio, como los había hace dos siglos de allí los mal llamados médicos cirujanos, título que está en disonancia con lo que es un médico cirujano en la actualidad, es sabido que los seis años de la carrera no te hacen cirujano sino los estudios de postgrado hacia esa especialidad. Por lo que no debe sorprender que los médicos comunitarios tengan las mismas competencias  científico- técnicas que los supuestos médicos cirujanos formados por las universidades tradicionales, la diferencia en esencia de ambos profesionales va desde el color de la piel, los rasgos de mestizaje, estatura y orígenes afro e indodecendientes hasta su posición social. Pues, son los médicos integrales comunitarios los más genuinos representantes del pueblo en materia de salud, es decir defendemos sus derechos a la misma. Lejos de la vorágine mercantilista e allí el meollo de asunto. Hemos pasado por rotaciones hospitalarias nos hemos codeado con ellos en condiciones adversas y hemos demostrado nuestro nivel científico desenmascarando su carácter mercantilista de la salud.

No todos los médicos venezolanos están plegados a los designios del sistema capitalista en materia de salud pero si su gran mayoría, cosa que no es de extrañar, pues, para ello han sido formados. De allí se desprende sus fascismos en las instituciones hospitalarias hacia nosotros, sus vejámenes, desprecios, maltratos y la falta de los más elementales principios de educación a la hora de dirigirse a nosotros, los médicos del pueblo humilde y soñador. Es prácticamente una excepción que un medico venezolano que haya sido amable, cordial con estos jóvenes durante su formación pero si los hubo para ellos las mas sinceras felicitaciones por su patriotismo, y los exhortamos a terminar de entender que estamos unidos bajo un mismo estandarte la salud de nuestro pueblo, seamos cada vez más humanos y no nos seguemos por la mediocridad capitalista. Pues el pueblo de bolívar debe y puede contar  con profesionales que lucharan por hacer de este país y el continente más saludable que como lo encontraron.

¡Ante el Pueblo hemos jurado vencer y venceremos!

MEDICINA INTEGRAL COMUNITARIA.

Inmunidad para una Venezuela más saludable

La inmunización de la sociedad venezolana es uno de los requisitos sine qua non, para lograr un índice salutogénico que amerita una sociedad en la cual hay una política seria encaminada a lograr la salubridad de todos sus miembros. Es sabido que la epidemiología en Venezuela es una de las más débiles debido  a la mercantilización de las vacunas por las clínicas privadas como lógica del sistema capitalista burgués. Hoy el país esta a las puertas del advenimiento de una gran jornada, nunca antes vista en sus dos siglos de existencia pues sabemos como a lo largo de su evolución política el tema de salud fue tratado por los gobiernos adecocopeyanos, en su “Gringocracia” que duro más de cuarenta años, son irrisorios los resultados que exhibían sus nefastos lideres, al menos así lo demuestra Rómulo Betancourt en su libro. Venezuela, Política y Petróleo.

“Llegamos a Chaguaramal de Monagas, llamada Popularmente* la capital del paludismo toda la población estaba concentrada en la plazoleta, cuando el médico de la localidad afirmó que en ese año no se había registrado ni un solo caso de paludismo. Continua diciendo el lacayo demagogo y tránsfuga  de Betancourt “Una viejecita acercándose al entarimado que fungía de improvisada tribuna, me dijo entonces: Llorando, hijo lloro de alegría, porque ya no vamos a pensar cada año cuál será el nieto que se llevará la fiebre”. Con ese populismo le vendió al pueblo y al mundo la idea de la buena “Democracia” pues todo este tratamiento literario lo hizo solo aduciendo  los dividendos que adquirió fingiendo como contratista,  al comprar a precios encumbrados  el DDT que los gringos fabricaban con el petróleo que se llevaban de nuestro país por un menudo costo, así se manifestaba una vez más el negocio y la rentabilidad devenida de cada paso que daba nuestro país en materia social, si no se producía un rédito económico en una acción social que beneficiara a los gringos   simplemente esta no se cumplía.  

Las acciones que hoy en día libra el proceso revolucionario en nuestro país son inmensurablemente grandes en relación con los paliativos y dadivas que los gobiernos adecocopeyanos daban a la salud de los venezolanos, pues en aras de lograr una población más saludable por la vía de la  inmunización es ya sabido el inicio de la misión Niño Jesús que tiene como meta la vacunación completa de toda la población venezolana contra doce enfermedades, para así evitar  por citar un ejemplo. Que el estado Portuguesa sea número uno en brotes de Fiebre Amarilla enfermedad que tiene un pronóstico de ochenta por ciento de mortalidad o que a nivel nacional no nazca más un niño sordo mudo solo por haber cometido el único pecado de venir  del vientre de una madre que no estaba vacunada contra la Rubéola, y contrajo dicha enfermedad durante la gestación. Actualmente estas vacunas son comercializadas y aplicadas en clínicas privadas a altos costos, nuestra  revolución apoyada en su gran estructura de salud como lo es Barrio Adentro se propone vacunar gratuitamente a toda la población venezolana contando con veinticuatro mil estudiantes de la verdadera medicina social y humana que se diseminaran por todo el país haciendo  el levantamiento estadístico en materia de vacunación a toda la sociedad, esperando por esta vía lograr menores índices de mortalidad infantil y una población más saludable. Las vacunas que comprende el esquema de inmunización venezolano son:
La Pentavalente (Hepatitis B, Difteria, Tétano, Tos ferina, Influenza tipo B).
La anti tuberculosis (BSG)
La anti Poliomielitis  (OPV/IPV)
La anti Sarampión, Rubéola, Parotiditis (SRP)
La anti Varicela
La anti Estreptococus pneumoniae (VCN)
La anti Amarilica (FA)
La anti Influenza Estacional, necesaria para poder inmunizar posteriormente con la anti HAN1.
La anti Rotavirus.

Toda esta costosa inversión forma parte del reforzamiento de las políticas de salud que lleva adelante la Revolución Bolivariana enmarcada en las banderas del socialismo, como única vía para la redención humana, es una titánica tarea la que se llevara adelante en nuestro país pero nuestro pueblo nos ayudara en la realización de la misma, confiara en sus futuros médicos abriéndoles gustosamente  la  puerta de todos sus hogares, donde estaremos visitándole con los integrantes de los comités de salud consejos comunales y demás personal medico asistenciales de nuestro país, por el futuro de nuestros niños y por una sociedad más sana cumpliremos a cabalidad la misión que el comandante Chávez nos a encomendado tanto a nivel regional como nacional.

*Subrayado nuestro, se debería colocar burguesmente, así fue que la burguesía con todo su odio fascista catalogaba esa población, no fue el pueblo quien dio ese nombre  denigrante a su penuria, fue la burguesía. 

¡Ante el pueblo de nuevo juramos vencer y venceremos!

lunes, 12 de septiembre de 2011

Estudiantes de Medicina Integral Comunitaria - Lara, comienzan preparación como Milicias Bolivarianas

De esta manera inician la formación los estudiantes del MIC-Lara en temas de Milicias Bolivarianas... próximamente más noticias.


¡Felicidades compañeros y compañeras! ¡Seguimos avanzando!

viernes, 9 de septiembre de 2011

LA ORGANIZACIÓN DEL EJERCITO ROJO

Rojo, en la Casa del Pueblo Alexeiev

La revolución de febrero y la de octubre se llevaron a cabo esencialmente bajo el signo de la lucha por la paz sobre bases democráticas honestas. La burguesía, que en el primer período de la revolución había recibido el poder, frenó con su política imperialista la causa de la paz.

Con esa intención hemos hecho todos los esfuerzos posibles hemos aceptado todos los sacrificios, llegando hasta desmovilizar el antiguo ejército y declarar el cese de las hostilidades con los Imperios Centrales. Pero el imperialismo alemán, que no sufría mayor presión revolucionaria interna, cayó con todo su peso sobre una Rusia casi desarmada y, asestándole una serie de pérfidos golpes, la obligó a firmar una paz terriblemente dura.

Mientras la existencia de Rusia se halle amenazada constantemente por Alemania, Japón y las otras potencias imperialistas, la paz no puede durar, y de ahí que la organización de la defensa del país, la movilización de todas sus fuerzas, para una resistencia armada contra el enemigo exterior e interior, sea la tarea esencial que nos dicta este momento.

¿Cuáles son, pues, las medidas concretas y prioritarias que se deben adoptar inmediatamente y con todos sus alcancés?

Instrucción militar obligatoria para toda la población de Rusia. Cada obrero y cada campesino deben consagrar cotidianamente cierto número de horas a su instrucción militar. En calidad de instructores hay que reclutar a los antiguos soldados experimentados, a los suboficiales y a los representantes del antiguo personal de mando.

Agarraremos por el cuello y exhibiremos a la luz del día a todos los oficiales, médicos y especialistas intelectuales que hasta este momento han demostrado gran celo en materia de sabotaje. Se dice que los ex oficiales son de índole contrarrevolucionaria, que es peligroso confiarles la parte militar del ejército socialista. Pero, en primer lugar, solo estarán encargados del aspecto técnico y operativo-estratégico del trabajo; todo el aparato del ejército, su organización y construcción interior serán asuntos exclusivos de los soviets de diputados obreros y soldados. En segundo lugar, los oficiales y generales eran peligrosos cuando eran los dueños de todo el mecanismo del poder del estado. Hoy día son incapaces de quebrar y minar las bases del poder soviético. Y que todos ellos sepan y no olviden que a la menor tentativa por aprovecharse de sus posiciones con fines contrarrevolucionarios sufrirán un fuerte castigo, serán tratados con toda la severidad del orden revolucionario y no habrá piedad para con ellos.

En lo que respecta a la disciplina en el ejército, debe ser la de hombres unidos por una sola y firme conciencia revolucionaria, la conciencia de su deber socialista. No será la disciplina basada en las órdenes de arriba, la del bastón del oficial, sino la disciplina fraternal, consciente, revolucionaria.

El país está quebrantado; la economía, desorganizada, y no hay un control severo. Y sin control es muy difícil organizar la defensa. Paralelamente a la lucha implacable contra los especuladores y los capitalistas, que insisten todavía en enriquecerse con la miseria del pueblo y agravan el ya caótico estado del país, llevaremos a cabo una lucha igualmente decisiva y severa contra los elementos extraviados de los trabajadores que saquean y destruyen la propiedad común en decenas y centenas de millares de rublos. El pueblo revolucionario justificará la lucha contra esos elementos descarriados, en nombre de la defensa y salvaguardia de la propiedad pública.

Tenemos enemigos por todas partes; pero en Europa también tenemos amigos: la clase obrera. A ella le es mucho más difícil que a nosotros luchar contra su propia burguesía, magníficamente organizada y siempre poderosa. Pero cuatro años de guerra preparan inevitablemente un terreno sólido para la revolución en toda Europa. Tarde o temprano el fuego de la guerra civil revolucionaria estallará en Europa; tampoco en esa guerra debemos ser los últimos; debemos estar armados de pie a cabeza para la lucha; debemos vencer y venceremos, pues la clase obrera insurreccionada de todas las naciones tiene que triunfar, y triunfará, en una lucha decisiva contra sus eternos enemigos que han comenzado y que aún continúan con sus pillajes y carnicerías increíblemente sangrientos.

lunes, 5 de septiembre de 2011

De la lucha en el aula de clases a la lucha de clases en Chile.

De la lucha en el aula de clases a la lucha de clases en Chile.
#1
Son irrisorias e inverosímiles las palabras expresadas por el dictador chileno post-pinochetista, cuando hace unos días expresaba ante las cámaras televisivas, con un rostro frió e indiferente, sin ningún tipo de pudor la verdadera esencia del fascismo cuando gobierna. Decía Sebastián Piñera, representante de la dictadura burguesa en Chile: “Que la educación gratuita atentaba contra la calidad de la misma, además de estar contra puesta a la libertad.” Sintetizando allí el más troglodita de los preceptos burgueses con respecto la masificacion de la educación. A la siembra de la libertad en los pueblos, a través de la instrucción publica como garantía de futuro para estos. Pues bien, ¿Por qué los postulados del movimiento revolucionario chileno chocan contra la retrograda mentalidad del gobierno burgués de Chile?, Esta pregunta es la que pasa por la mente de los latinoamericanos y ciudadanos del mundo. Que atónitos veían y escuchaban las declaraciones insólitas en nuestros tiempos, Hoy cuando la humanidad entera reconoce la educación como un derecho humano, universal, estar en contra de este reconocimiento equivale a atentar contra los derechos humanos de un país, y en general equivalen a estar en contra de la libertad de los ciudadanos que componen una sociedad determinada y por el contrario estar a favor de la opresión, el oscurantismo, el atraso de un pueblo y la explotación del hombre por el hombre, postulados solo compatibles con la mentalidad de un genuino dictador y de un estado opresor gobernado por una burguesía atrasada y troglodita tal cual como pasa en la patria hermana chilena. Donde todavía está humeante el Palacio de la Moneda, como se conoce la residencia donde fue asesinado el presidente socialista democrático Salvador Allende, en el año de 1973 en esa nación hermana.

La burguesía nacional e imperialista llevó a cabo un golpe de estado contra ese heroico pueblo y su líder popular, que culminó con un férreo combate donde se inmoló el presidente revolucionario de aquel entonces. Luego la canalla imperialista intentó decir que el heroico Salvador Allende se había suicidado.

Con respecto a esto nos ilustra el comandante Fidel Castro en una de sus reflexiones del día 26 de Junio del 2008: "A las 9 y 15 de la mañana aproximadamente, se realizan las primeras descargas desde el exterior contra el palacio. Tropas fascistas de infantería, en número superior a 200 hombres, avanzaban por las calles de Teatinos y Morandé, a ambos lados de la plaza de la constitución, hacia el palacio presidencial, disparando contra el despacho del presidente. Las fuerzas que defendían el palacio no pasaban de 40 hombres. El presidente ordena abrir fuego contra los atacantes y dispara el personalmente contra los fascistas, que retroceden desordenadamente con numerosas bajas." Pues ese espíritu combativo es el que reina hoy en las calles del Chile heroico de Allende, al cual la burguesía le teme hoy más que nunca porque revive en las luchas populares que se libran actualmente en contra del fascismo de estado. El mismo fascismo que intento aniquilar el inquebrantable e indoblegable espíritu de lucha de los chilenos, asesinando a un líder del talante democrático como lo fue Allende, ignora esta burguesía que nuestro Salvador Allende, trasciende incluso más allá de sus fronteras sus ideas se diseminaron con la alevosía burguesa al pueblo chileno. Este digno representante combatió con orgullo y dignidad tal cual como queda recogido en las páginas del libro. Grandes Alamedas El Combate del Presidente Allende. Del autor: Jorge Timossi. Dice en la pagina 136: “Es derribado Manuel, quien está a cargo de una ametralladora calibre 30. El presidente recibió un impacto a la altura del hombro izquierdo, un poco más abajo del hombro. Tiene que soltar el arma.” Líneas más abajo continúa, “El Presidente en el Salón Rojo, intentaba incorporarse. Sin lograrlo. Los militares ven esto y suspenden el fuego unos instantes. Pero de inmediato lo reabren.” Así ultimaron físicamente el redentor del pueblo chileno. Despertando el vendaval de sus ideas revolucionarias, que sacuden actualmente los cimientos de la sociedad burguesa en ese hermano país.

Hoy este pueblo ha asimilado las grandes enseñazas de aquellos sucesos las cuales quedan magistralmente recogidas en una columna del diario venezolano VEA, llamada: Un Grano De Maíz. Y se titula El Maestro Allende de la cual citamos las dos más importantes según nuestro criterio. Dice en dicha columna:
Primera enseñanza: Las clases dominantes son capaces de todo con tal de mantener su dominación, son capaces de crear la mayor ilusión de “democracia”, y también de apelar a la más feroz dictadura. Por tanto, Las fuerzas revolucionarias no deben sustentar su política en la creencia del respeto oligarca a las leyes, ellos no tienen más ley que la defensa del capital.
Segunda enseñadaza: Las alianzas con las oligarquías son como el beso de judas: Traición. Las oligarquías no son humanas, son personificaciones del capital, están poseídas por el dios dinero, obedece a sus mandatos, no tienen otra voluntad.
Abrazarse a las oligarquías no salva a las revoluciones. Al contrario, el pueblo, la masa que apoya a la revolución se confunde, es presa del escepticismo, se aparta, y en ese momento la oligarquía saca sus garras y da el zarpazo.

Apertrechado de estas enseñazas el movimiento revolucionario chileno se abre paso entre sus calles, soportando el fascismo de las fuerzas represoras, los bayonetazos, bombas lacrimógenas, y disparos que ya han cobrado la vida de uno de estos valientes estudiantes que se enfrentan a la oligarquía chilena y su paquete neoliberal. Fogueándose así para la toma del poder en el fragor de la lucha de clases. El movimiento aunque silenciado por las burguesías mediáticas del continente se muestra imponente ante sus desafíos y se enfila hacia una dinámica más exigente que romperá paradigmas en cuanto a la lucha revolucionaria en este continente, desde acá saludamos como venezolanos patriotas a estos paladines de la libertad y al mismo tiempo les exhortamos a superar las celadas con que la burguesía apaciguo el MAYO FRANCES…

sábado, 3 de septiembre de 2011

Médicos Integrales Comunitarios y Soldados del Ejército Bolivariano

FUTUROS MÉDICOS, DESDE YA DEFENSORES DE LA PATRIA

Contingente: ENERO, 2011
Guarnición: 433 GAC

¡¡¡Felicidades compañeros y compañeras!!!

martes, 2 de agosto de 2011

EL PROGRAMA MILITAR DE LA REVOLUCIÓN PROLETARIA


En Holanda, Escandinavia y Suiza, entre los socialdemócratas revolucionarios, que luchan contra esa mentira socialchovinista de la "defensa de la patria" en la actual guerra imperialista, suenan voces en favor de la sustitución del antiguo punto del programa minimo socialdemócrata: "milicia" o "armamento del pueblo", por uno nuevo: "desarme". Jugend-Internationale ha abierto una discusión sobre este problema, y en su numero 3 ha publicado un editorial en favor del desarme. En las últimas tesis de R. Grimm[1] encontramos también, por desgracia, concesiones a la idea del "desarme". Se ha abierto una discusión en las revistas Neues Leben [2] y Vorbote [El Precursor]. Examinemos la posición de los defensores del desarme.


I

Como argumento fundamental se aduce que la reivindicación del desarme es la expresión más franca, decidida y consecuente de la lucha contra todo militarismo y contra toda guerra.

Pero precisamente en este argumento fundamental reside la equivocación fundamental de los partidarios del desarme.

Los socialistas, si no dejan de serlo, no pueden estar contra toda guerra.

En primer lugar, los socialistas nunca han sido ni podrán ser enemigos de las guerras revolucionarias. La burguesía de las "grandes" potencias imperialistas es hoy reaccionaria de pies a cabeza, y nosotros reconocemos que la guerra que ahora hace esa burguesía es una guerra reaccionaria, esclavista y criminal. Pero, ¿qué podría decirse de una guerra contra esa burguesía, de una guerra, por ejemplo, de los pueblos que esa burguesía oprime y que de ella dependen, o de los pueblos coloniales, por su liberación?

En segundo lugar, las guerras civiles también son guerras. Quien admita la lucha de clases no puede dejar de admitir las guerras civiles, que en toda sociedad de clases representan la continuación, el desarrollo y la agudización -- naturales y en determinadas circunstancias inevitables -- de la lucha de clases. Todas las grandes revoluciones lo confirman. Negar las guerras civiles u olvidarlas sería caer en un oportunismo extremo y renegar de la revolución socialista.

En tercer lugar, el socialismo triunfante en un país no excluye en modo alguno, de golpe, todas las guerras en general. Al contrario, las presupone. El desarrollo del capitalismo sigue un curso extraordinariamente desigual en los diversos países. De otro modo no puede ser bajo el regimen de producción de mercancías. De aquí la conclusión indiscutible de que el socialismo no puede triunfar simultaneamente en todos los países. Triunfará en uno o en varios países, mientras los demás seguirán siendo, durante algún tiempo, países burgueses o preburgueses. Esto no sólo habra de provocar rozamientos, sino incluso la tendencia directa de la burguesía de los demás países a aplastar al proletariado triunfante del Estado socialista. En tales casos, la guerra sería, de nuestra parte, una guerra legítima y justa. Sería una guerra por el socialismo, por liberar de la burguesía a los otros pueblos. Engels tenía completa razón cuando, en su carta a Kautsky del 12 de septiembre de 1882,[3] reconocía directamente la posibilidad de "guerras defensivas" del socialismo ya triunfante. Se refería precisamente a la defensa del proletariado triunfante contra la burguesía de los demás países.

Sólo cuando hayamos derribado, cuando hayamos vencido y expropiado definitivamente a la burguesía en todo el mundo, y no sólo en un país, serán imposibles las guerras. Y desde un punto de vista científico sería completamente erróneo y antirrevolucionario pasar por alto o disimular lo que tiene precísamente más importancia: el aplastamiento de la resistencia de la burguesía, que es lo más difícil, lo que más lucha exige durante el paso al socialismo. Los popes "sociales" y los oportunistas están siempre dispuestos a soñar con un futuro socialismo pacífico, pero se distinguen de los socialdemócratas revolucionarios precisamente en que no quieren pensar ni reflexionar en la encarnizada lucha de clases y en las guerras de clases para alcanzar ese bello porvenir.

No debemos consentir que se nos engañe con palabras. Por ejemplo: a muchos les es odiosa la idea de la "defensa de la patria", porque los oportunistas francos y los kautskianos en cubren y velan con ella las mentiras de la burguesía en la actual guerra de rapiña. Esto es un hecho. Pero de él no se deduce que debamos olvidar en el sentido de las consignas políticas. Aceptar la "defensa de la patria" en la guerra actual equivaldría a considerarla "justa", adecuada a los intereses del proletariado, y nada más, absolutamente nada más, porque la invasión no está descartada en ninguna guerra. Sería sencillamente una necedad negar la "defensa de la patria" por parte de los pueblos oprimidos en su guerra contra las grandes potencias imperialistas o por parte del proletariado victorioso en su guerra contra cualquier Galliffet de un Estado burgues.

Desde el punto de vista teórico sería totalmente erróneo olvidar que toda guerra no es más que la continuación de la politica por otros medios. La actual guerra imperialista es la continuación de la política imperialista de dos grupos de gran des potencias, y esa política es originada y nutrida por el con junto de las relaciones de la época imperialista. Pero esta misma época ha de originar y nutrir también, inevitablemente, la política de lucha contra la opresión nacional y de lucha del proletariado contra la burguesía, y por ello mismo, la posibilidad y la inevitabilidad, en primer lugar, de las insurrecciones y guerras nacionales revolucionarias; en segundo lugar, de las guerras e insurrecciones del proletariado contra la burguesía; en tercer lugar, de la fusión de los dos tipos de guerras revolucionarias, etc.


II

A lo dicho hay que añadir la siguiente consideración general. Una clase oprimida que no aspirase a aprender el manejo de las armas, a tener armas, esa clase oprimida sólo merecería que se la tratara como a los esclavos. Nosotros, si no queremos convertirnos en pacifistas burgueses o en oportunistas, no podemos olvidar que vivimos en una sociedad de clases, de la que no hay ni puede haber otra salida que la lucha de clases. En toda sociedad de clases -- ya se funde en la esclavitud, en la servidumbre, o, como ahora, en el trabajo asalariado -- , la clase opresora está armada. No sólo el ejército regular moderno, sino también la milicia actual -- incluso en las repúblicas burguesas más democráticas, como, por ejemplo, en Suiza -- , representan el armamento de la burguesía contra el proletariado. Esta es una verdad tan elemental, que apenas si hay necesidad de detenerse especialmente en ella. Bastará recordar el empleo del ejército contra los huelguistas en todos los países capitalistas.

El armamento de la burguesía contra el proletariado es uno de los hechos más considerables, fundamentales e importantes de la actual sociedad capitalista. ¡Y ante semejante hecho se propone a los socialdemócratas revolucionarios que planteen la "reivindicación" del "desarme"! Esto equivale a renunciar por completo al punto de vista de la lucha de clases, a renegar de toda idea de revolución. Nuestra consigna debe ser: armar al proletariado para vencer, expropiar y desarmar a la burguesía. Esta es la única táctica posible para una clase revolucionaria, táctica que se desprende de todo el desarrollo objetivo del militarismo capitalista, y que es prescrita por este desarrollo. Sólo después de haber desarmado a la burguesía podrá el proletariado, sin traicionar su misión histórica universal, convertir en chatarra toda clase de armas en general, y así lo hará indudablemente el proletariado, pero sólo entonces ; de ningún modo antes.

La militarización penetra ahora toda la vida social. El imperialismo es una lucha encarnizada de las grandes potencias por el reparto y la redistribución del mundo, y por ello tiene que conclucir inevitablemente a un reforzamiento de la militarización en todos los países, incluso en los neutrales y pequeños. ¿¿Con qué harán frente a esto las mujeres proletarias?? ¿Se limitarán a maldecir toda guerra y todo lo militar, se limitarán a exigir el desarme? Nunca se conformarán con papel tan vergonzoso las mujeres de una clase oprimida que sea verdaderamente revolucionaria. Les dirán a sus hijos: "Pronto serás grande. Te darán un fusil. Tómalo y aprende bien a manejar las armas. Es una ciencia imprescindible para los proletarios, y no para disparar contra tus hermanos, los obreros de otros países, como sucede en la guerra actual, y como te aconsejan que lo hagas los traidores al socialismo, sino para luchar contra la burguesía de tu propio país, para poner fin a la explotación, a la miseria y a las guerras, no con buenos deseos, sino venciendo a la burguesía y desarmándola".

III

Los partidarios del desarme se pronuncian contra el punto del programa referente al "armamento del pueblo", entre otras razones, porque, según dicen, esta reivindicación conduce más fácilmente a las concesiones al oportunismo. Ya hemos examinado más arriba lo más importante: la relación entre el desarme y la lucha de clases y la revolución social. Examinaremos ahora qué relación guarda la reivindicación del desarme con el oportunismo. Una de las razones más importantes de que esta reivindicación sea inadmisible consiste precisamente en que ella, y las ilusiones a que da origen, debilitan y enervan inevitablemente nuestra lucha contra el oportunismo.

En modo alguno estamos contra la lucha por las reformas. No queremos desconocer la triste posibilidad de que la humanidad -- en el peor de los casos -- pase todavía por una segunda guerra imperialista, si la revolución no surge de la guerra actual, a pesar de las numerosas explosiones de efervescencia y descontento de las masas y a pesar de nuestros esfuerzos. Nosotros somos partidarios de un programa de reformas que también debe ser dirigido contra los oportunistas. Los oportunistas no harían sino alegrarse en el caso de que les dejasemos por entero la lucha por las reformas y nos eleváramos a las nubes de un vago "desarme", para huir de una realidad lamentable. El "desarme" es precisamente la huida frente a una realidad detestable, y en modo alguno la lucha contra ella.

En semejante programa nosotros diríamos aproximadamente: "La consigna y el reconocimiento de la defensa de la patria en la guerra imperialista de 1914-1916 no sirven más que para corromper el movimiento obrero con mentiras burguesas". Esa respuesta concreta a cuestiones concretas sería teóricamente más justa, mucho más útil para el proletariado y más insoportable para los oportunistas que la reivindicación del desarme y la renuncia a "toda" defensa de la patria. Y podríamos añadir: "La burguesía de todas las grandes potencias imperialistas, de Inglaterra, Francia, Alemania, Austria, Rusia, Italia, el Japón y los Estados Unidos, es hoy hasta tal punto reaccionaria y está tan penetrada de la tendencia a la dominación mundial, que toda guerra por parte de la burguesía de estos países no puede ser más que reaccionaria. El proletariado no sólo debe oponerse a toda guerra de este tipo, sino que debe desear la derrota de 'su' gobierno en tales guerras y utilizar esa derrota para una insurrección revolucionaria, si fracasa la insurrección destinada a impedir la guerra".