¡Joven, Empínate!
"La juventud ha de ir a lo que nace, a crear, a levantar a los
pueblos vírgenes, y no estarse pegada a las faldas de la ciudad
como niñotes que no quieren dejarle a la madre el seno." José Martí.
pueblos vírgenes, y no estarse pegada a las faldas de la ciudad
como niñotes que no quieren dejarle a la madre el seno." José Martí.
La
defensa del marxismo pasa por la reflexión profunda dentro de la organización
revolucionaria, en este espacio convive un fenómeno expresado en la lucha
perenne de dos líneas del pensamiento, cuya interpretación arroja como
conclusión que es a través de estas dos líneas que el partido se desarrolla,
debatiéndose entre la línea revolucionaria marxista y la reformista oportunista,
no se puede decir que una organización es marxista cuando la inmensa mayoría de
sus miembros no abrazan tales ideales, de esto deviene que en sus filas no hay
una cohesión ideológica necesaria para la aplicación del principio rector de
toda organización marxista, que es la práctica del centralismo democrático.
Sin esta
premisa, podríamos decir que el movimiento revolucionario está constituido por
fuerzas motrices en pugna, unidas a través de la unidad y lucha de los
contrarios, el programa legado por el comandante Hugo Chávez delimita los
márgenes de nuestra unidad, allí esta toda la acción revolucionaria que
nuestras fuerzas motrices deben desarrollar, es justamente en esta coyuntura
donde se hace necesario evaluar al detalle la composición de clases de nuestras
fuerzas y valorar la filiación política de nuestros cuadros. Previendo así el
desatamiento de los sectores que se van desgajando del poder burgués, y de las
filas internas de nuestra militancia.
Es allí
donde se diferencia el talante revolucionario o no entre un militante que busca conocer la realidad
para manejarse en ella hasta lograr sus intereses mezquinos, asimilando el
marxismo reformismo al dedillo; y el militante que a través del marxismo revolucionario
conoce la realidad para trabajar asiduamente en transformarla a favor de los
explotados. Esta lucha tenaz decide la
inclinación política del cuadro, por ello los militantes deben idear a través
de la organicidad un sistema integral de protección y vigilancia constante no
solo de la política, sino también de la integridad del cuadro en torno al apego
revolucionario de éste con los principios del partido, apoyando así su sano desarrollo
y logrando en triunfo de la revolución.
Esto
posibilitaría en gran medida crear la cultura de la revolución bolivariana,
debemos demostrar que el socialismo es la forma de vivir en sociedad, ésta
cultura social que emana de las relaciones de producción es la única capaz de garantizar la
convivencia humana, por ello que en el de cursar de los años la vigencia
política e histórica del socialismo es imperecedera hasta que la humanidad no
allá superado el capitalismo, depredador de recursos naturales y humanos, en el
desarrollo de esa cultura socialista juega un papel determinante el partido con
sus aparatos de vigilancia y protección ideológico políticos del cuadro y de la
revolución, los comunistas deben manejar al dedillo estas herramientas para poder
dirigir el amplio frente patriota, pero para ello debemos obtener supremacía
ideológica, en el contexto de la lucha de clases, y no ceder ni entregar la
hegemonía política a las tendencias revisionistas.
batallonsinnombreacarigua@gmail.com
@PSUVBSN
Escrito Por: El Colectivo.
Equipo de
Redacción: Olga Espinoza, Alexander Escobar, Willi Jiménez, Mónica Barahona,
Jorge Bonilla, Dulce Camacaro, Sonia Camacaro, Martin Giménez, Simón Alí
Bonilla, Segovia Daniel, Edgar Castro, Miguel Balustren, Miguel González,
Anyelo Cruces, Eliezer Mora.