miércoles, 14 de agosto de 2013

En defensa del Marxismo (parte VI)




¡Joven, Empínate!
"La juventud ha de ir a lo que nace, a crear, a levantar a los
pueblos vírgenes, y no estarse pegada a las faldas de la ciudad
como niñotes que no quieren dejarle a la madre el seno."  José Martí.

La defensa del marxismo pasa por la reflexión profunda dentro de la organización revolucionaria, en este espacio convive un fenómeno expresado en la lucha perenne de dos líneas del pensamiento, cuya interpretación arroja como conclusión que es a través de estas dos líneas que el partido se desarrolla, debatiéndose entre la línea revolucionaria marxista y la reformista oportunista, no se puede decir que una organización es marxista cuando la inmensa mayoría de sus miembros no abrazan tales ideales, de esto deviene que en sus filas no hay una cohesión ideológica necesaria para la aplicación del principio rector de toda organización marxista, que es la práctica del centralismo democrático.

Sin esta premisa, podríamos decir que el movimiento revolucionario está constituido por fuerzas motrices en pugna, unidas a través de la unidad y lucha de los contrarios, el programa legado por el comandante Hugo Chávez delimita los márgenes de nuestra unidad, allí esta toda la acción revolucionaria que nuestras fuerzas motrices deben desarrollar, es justamente en esta coyuntura donde se hace necesario evaluar al detalle la composición de clases de nuestras fuerzas y valorar la filiación política de nuestros cuadros. Previendo así el desatamiento de los sectores que se van desgajando del poder burgués, y de las filas internas de nuestra militancia.

Es allí donde se diferencia el talante revolucionario o no entre  un militante que busca conocer la realidad para manejarse en ella hasta lograr sus intereses mezquinos, asimilando el marxismo reformismo al dedillo; y el militante que a través del marxismo revolucionario conoce la realidad para trabajar asiduamente en transformarla a favor de los explotados.  Esta lucha tenaz decide la inclinación política del cuadro, por ello los militantes deben idear a través de la organicidad un sistema integral de protección y vigilancia constante no solo de la política, sino también de la integridad del cuadro en torno al apego revolucionario de éste con los principios del partido, apoyando así su sano desarrollo y logrando en triunfo de la revolución.

Esto posibilitaría en gran medida crear la cultura de la revolución bolivariana, debemos demostrar que el socialismo es la forma de vivir en sociedad, ésta cultura social que emana de las relaciones de producción  es la única capaz de garantizar la convivencia humana, por ello que en el de cursar de los años la vigencia política e histórica del socialismo es imperecedera hasta que la humanidad no allá superado el capitalismo, depredador de recursos naturales y humanos, en el desarrollo de esa cultura socialista juega un papel determinante el partido con sus aparatos de vigilancia y protección ideológico políticos del cuadro y de la revolución, los comunistas deben manejar al dedillo estas herramientas para poder dirigir el amplio frente patriota, pero para ello debemos obtener supremacía ideológica, en el contexto de la lucha de clases, y no ceder ni entregar la hegemonía política a las tendencias revisionistas.

batallonsinnombreacarigua@gmail.com
@PSUVBSN


Escrito Por: El Colectivo.
Equipo de Redacción: Olga Espinoza, Alexander Escobar, Willi Jiménez, Mónica Barahona, Jorge Bonilla, Dulce Camacaro, Sonia Camacaro, Martin Giménez, Simón Alí Bonilla, Segovia Daniel, Edgar Castro, Miguel Balustren, Miguel González, Anyelo Cruces, Eliezer Mora.

lunes, 12 de agosto de 2013

En defensa del Marxismo (parte V)



 ¡Joven, Empínate!
"La juventud ha de ir a lo que nace, a crear, a levantar a los
pueblos vírgenes, y no estarse pegada a las faldas de la ciudad
como niñotes que no quieren dejarle a la madre el seno."  José Martí.

EL MARXISMO como doctrina política, es el único capaz de conformar y cimentar un fuerte basamento ideológico que nos permita salir airosos de las embestidas del imperialismo mundial, manteniendo nuestra militancia íntegra, indemne, lúcida y combativa; en resumidas cuentas, el estudio comparativo del marxismo a las semejanzas de la practica revolucionaria, son en estos momentos la brújula del terreno donde podamos garantizar la victoria de la revolución bolivariana.   En estas circunstancias nos urge asumir una militancia con este basamento científico que nos permita elucubrar la táctica revolucionaria acertada para la coyuntura actual, esto sólo es posible si a esa táctica le incorporamos elemento de análisis que estén más allá de lo evidente biológicamente hablando, pasando de lo subjetivo idealista, a lo objetivo científico, comprendiéndose que hay una realidad existente que se manifiesta y comporta independientemente de la conciencia de los hombres; es aquí donde el marxismo como guía, nos proporciona los prismas para acercarnos lo más cerca posible a la realidad y sus diversas manifestaciones, incluso logrando a formular hipótesis sobre la tendencia de una u otra manifestación concreta de la realidad analizada.
 
EL MARXISMO como ideología de la revolución proletaria es indestructible, el imperialismo mundial no desconoce esta realidad, por eso opera directamente en la cabeza de nuestros cuadros, haciéndolos experimentar experiencias subjetivas que lo conminen a la rendición, al abandono de las ideas; ya es sabido que estas últimas son imperecederas, los hombres no gozan de esta cualidad, la política imperial está dirigida a derrotarlos o eliminarlos, por ello es que las manifestaciones político sociales propagadas por el imperialismo buscan dos frentes, derrotar a los hombres y culpar sus ideas de incorrectas, para que otros no sigan el camino revolucionario señalado en la lucha ejemplificada por nuestros mártires, estas discusiones son arto conocidas, en particular cuando en los análisis políticos se incorporan aspectos subjetivos de los hombres; ejemplo de esto es el constante análisis de la izquierda sobre la derrota de la lucha armada en Venezuela, llegándose a decir en los sectores más atrasados ideológicamente que toda violencia es mala; esta conciliación burguesa se balancea desde el pacifismo hasta el defencismo (1). Con esta estrategia el imperialismo conservó para sí la ofensiva, obligando a la izquierda a estar en una eterna defensiva, la izquierda constantemente asediada por esta política terminó abandonando ideas, como un guerrillero que va largando pertrechos de su morral en el camino para aligerar la marcha. “En la guerra de guerrillas, no dejes que el enemigo sea quien lleve noticias a tu gente, o estarás jodido.” (2)

En estos tiempos, los revolucionarios debemos ver muy  necesario siempre tener la iniciativa, recuperar la ofensiva, nuestra táctica no puede limitarse a la defensiva, sino partir de esta como una realidad impuesta por los imperialistas, pasando rápidamente a una ofensiva de grandes perspectivas, antes de bajar un sueño del morral preferible es dejar de respirar, las posiciones no principistas indefectiblemente conducen a la conciliación y ésta a la traición; no pocas veces los grandes movimientos revolucionarios por sostener sus principios estuvieron al borde de la extinción, el movimiento jamás debe determinar ni subordinar los objetivos a sus anchas.   Los objetivos deben dirigir y subordinar al movimiento, recordemos aquella máxima de STALIN: “Una vez elaborada la política los cuadros lo deciden todo”.

Nota:
  1. Corriente política que asume la guerra sólo como medio para conservar el gobierno, independientemente si es revolucionario, o no.
  2. Guillermo Guzmán. Tomado de ARGENPRESS CULTURAL.
   
batallonsinnombreacarigua@gmail.com
@PSUVBSN

Escrito Por: El Colectivo.
Equipo de Redacción: Olga Espinoza, Alexander Escobar, Willi Jiménez, Mónica Barahona, Jorge Bonilla, Dulce Camacaro, Sonia Camacaro, Martin Giménez, Simón Alí Bonilla, Segovia Daniel, Edgar Castro, Miguel Balustren, Miguel González, Anyelo Cruces, Eliezer Mora.

jueves, 8 de agosto de 2013

10 CONSEJOS PARA MILITANTES DE IZQUIERDA

10 CONSEJOS PARA MILITANTES DE IZQUIERDA

Por: Frei Betto*
1.Mantenga viva la indignación.
Verifique periódicamente si usted es realmente de izquierda. Adopte el criterio de Norberto Bobbio: la derecha considera la desigualdad social tan natural como la diferencia entre el día y la noche. La izquierda lo enfrenta como una aberración que debe ser erradicada. Cuidado: usted puede estar contaminado por el virus social-demócrata, cuyos principales síntomas son usar métodos de derecha para obtener conquistas de izquierda y en caso de conflicto, desagradar a los pequeños para no quedar mal con los grandes.

2. La cabeza piensa donde los pies pisan. No se puede ser de izquierda sin "ensuciar" los zapatos allá donde el pueblo vive, lucha, sufre. Alégrate y comparte sus creencias y victorias. Teoría sin práctica es hacer el juego a la derecha.


3. No se avergüence de creer en el socialismo. El escándalo de la Inquisición no hizo que los cristianos abandonaran los valores y las propuestas del Evangelio. Del mismo modo, el fracaso del socialismo en el este europeo no debe inducirlo a descartar el socialismo del horizonte de la historia humana. El capitalismo vigente hace 200 años fracasó para la mayoría de la población mundial. Hoy somos 6 billones de habitantes. Según el Banco Mundial, 2,8 billones sobreviven con menos de 2 dólares por día y 1,2 billones, con menos de 1 dólar por día. La globalización de la miseria no es mayor gracias al socialismo chino que, a pesar de sus errores, asegura alimentación, salud y educación a 1,2 billones de personas.

4. Sea crítico sin perder la autocrítica. Muchos militantes de izquierda cambian de lado cuando comienzan a buscar piojo en cabeza de alfiler. Apartados del poder, se tornan amargos y acusan a sus compañeros(as) de errores y vacilaciones. Como dice Jesús, vemos el polvo en el ojo del otro, pero no la viga en el propio ojo. Tampoco se enganchan para mejorar las cosas. Quedan como simples espectadores y jueces y algunos, son captados por el sistema. La autocrítica no es sólo admitir los propios errores. Es admitir ser criticado por los(as) compañeros(as).


5. Sepa la diferencia entre Militante y Militonto. "Militonto" es aquel que se jacta de estar en todo, participar en todos los eventos y movimientos, actuar en todos los frentes. Su lenguaje está lleno de explicaciones y los efectos de sus acciones son superficiales. El Militante profundiza sus vínculos con el pueblo, estudia, reflexiona, medita; valora de forma determinada su área de actuación y actividades, valoriza los vínculos orgánicos y los proyectos comunitarios.


6. Sea riguroso en la ética de la militancia. La izquierda actúa por principios. La derecha, por intereses. Un militante de izquierda puede perder todo, la libertad, el empleo, la vida. Menos la moral. Al desmoralizarse, desmoraliza la causa que defiende y representa. Le presta un inestimable servicio a la derecha. Hay arribistas disfrazados de militante de izquierda. Es el sujeto que se engancha apuntando, en primer lugar a su ascenso al poder. En nombre de una causa colectiva, busca primero sus intereses personales. El verdadero militante - como Jesús, Gandhi, Che Guevara - es un servidor, dispuesto a dar la propia vida para que otros tengan vida. No se siente humillado por no estar en el poder, u orgulloso al estar. Él no se confunde con la función que ocupa.

7. Aliméntese de la tradición de la izquierda. Es preciso la oración para cultivar la fe, el cariño para nutrir el amor de la pareja, "volver a las fuentes" para mantener encendida la mística de la militancia. Conozca la historia de la izquierda, lea autobiografías, como el "Diario del Che en Bolivia" y romances como " La Madre", de Gorki, o "Las uvas de la Ira", de Steinbeck.

8. Prefiera el riesgo de errar con los pobres a tener la pretensión de acertar sin ellos. Convivir con los pobres no es fácil. Primero, hay la tendencia de idealizarlos. Después, se descubre que entre ellos existen los mismos vicios encontrados en las demás clases sociales. Ellos no son mejores ni peores que los demás seres humanos. La diferencia es que son pobres, o sea, personas privadas injusta e involuntariamente de los bienes esenciales de la vida digna. Por eso, estamos al lado de ellos. Por una cuestión de justicia. Un militante de izquierda jamás negocia los derechos de los pobres y sabe aprender con ellos.


9. Defienda siempre al oprimido, aunque aparentemente ellos no tengan razón. Son tantos los sufrimientos de los pobres del mundo que no se puede esperar de ellos actitudes que tampoco aparecen en la vida de aquellos que tuvieron una educación refinada. En todos los sectores de la sociedad hay corruptos y bandidos. La diferencia es que, en la élite, la corrupción se hace con la protección de la ley y los bandidos son defendidos por mecanismos económicos sofisticados, que permiten que un especulador lleve una nación entera a la penuria. La vida es el don mayor de Dios. La existencia de la pobreza clama a los cielos. No espere jamás ser comprendido por quien favorece la opresión de los pobres.


10. Haga de la oración un antídoto contra la alienación. Orar es dejarse cuestionar por el Espíritu de Dios. Muchas veces dejamos de rezar para no oír el llamado divino que nos exige nuestra conversión, esto es, el cambio del rumbo en la vida. Hablamos como militantes y vivimos como burgueses, acomodados en una cómoda posición de jueces de quien lucha. Orar es permitir que Dios subvierta nuestra existencia, enseñándonos a amar así como Jesús amaba, libremente.
*Teólogo de la liberación, brasilero

viernes, 2 de agosto de 2013

La Universidad del Futbol



El Club de los Sin Camisa

“... trescientos años de calma, ¿no bastan?”
Simón Bolívar.  3 de Julio de 1811

Nelson Escobar

La Universidad del Futbol
Este viernes estaremos rindiendo cuentas públicamente de nuestra actuación en la Asamblea Nacional; es la 2da vez que lo hacemos y precisamente en un escenario político y revolucionario de mucha particularidad histórica.   El líder nos dejó una enseñanza y era estar con el pueblo "por más dificil que esté la situación", en medio de grandes dificultades y dar respuestas elaboradas con el pueblo.   Así lo hemos hecho en este nuevo papel que nos ha tocado a lo largo de estos 45 años de insistencia, constancia, paciendia y mucho trabajo en el campo de la revolución.  

Curioso es este escenario del deporte, nos asignaron una responsabilidad donde muchos han fracasado, más por sus apetencias personales que por lo dificil de la trinchera donde parcialmente se construye un sueño y es transformar ese oscuro y perverso terreno del fútbol profesional, organizar es decir entre otras cosas, ordenar el caos; administrar, es decir que rindan los dineros del pueblo y utilizándolos para lo que fueron asignados.   Estas dos cosas las hemos hecho en el Portuguesa F.C. Ahora en una nueva época donde los triunfos deportivos no se han conseguido de una manera contundente; se tiene que hacer una reflexión y ésta lleva a la necesidad de construir un equipo de dirección colectiva que permita llevar al Portuguesa F.C. a convertirse en una universidad del fútbol; es decir, todo el que se quiera graduar de futbolista, debe pasar por las manos del Portuguesa F.C.; no es petulancia ni vanidad, es una realidad concreta que se hará en la misma medida que creamos en nosotros mismos, para que los laureles deportivos que nos hagan falta en esta hermosa tarea que nos hemos propuesto, la hagamos con nuestros muchachos del patio, aquí es donde radica la fuerza de este sueño.   La Sub12, la Sub17, Sub18 y la Sub20, nos van mostrando el camino, la convocatoria al campamento en días pasados, ya deja ver los esfuerzos de esta idea.

El Portuguesa F.C. se convertirá en un equipo único con todos sus jugadores de nuestro estado, en esa dirección vamos, para ello contamos con gente seria que valora el esfuerzo, comenzando por los familiares de estos jóvenes.    Seremos la universidad del fútbol del país, hacia allá navegamos, ese es nuestro sur, orgullosos de lo nuestro, construido por nosotros, para beneplácito de todos.   Iniciativa, hay.   Audacia, hay.  Arrojo, hay. Creatividad, hay... Y sobre todo, TALENTO CRIOLLO.  Fuerza en la trinchera... El sueño, es posible.