jueves, 3 de enero de 2013

El Centralismo Democrático

 ¡Joven, Empínate!

"La juventud ha de ir a lo que nace, a crear, a levantar a los
pueblos vírgenes, y no estarse pegada a las faldas de la ciudad
como niñotes que no quieren dejarle a la madre el seno.
"  José Martí.


Cuando transcurrían los momentos más acuciantes de la revolución rusa, Lenin, el gran líder histórico de la revolución de octubre, se percato sobre la necesidad de un partido de nuevo tipo; pues sin éste era imposible llevar a puerto seguro el proceso revolucionario, convencido de que por más versado que sea un líder, así cuente éste con la máxima capacidad política e ideológica, no puede éste hacer la revolución sino cuenta con un partido organizado, altamente centralizado; es allí donde el revolucionario ruso le echó mano al principio del centralismo democrático, como única forma para dotar de dirección y organización al partido que estaba llamado a hacer la revolución, que para aquel entonces se definía como (POSDR), Partido Obrero Social Demócrata Ruso.
Es sabido que Lenin se planteó la puesta en práctica de este principio, como única forma de crear el instrumento de clases propicio para que el proletariado se enfrentara a la burguesía haciendo suya la victoria; ahora bien, veamos en que se sustenta el centralismo democrático. Se puede empezar por decir que el partido está formado por los mejores hombres como decía el Che. “Los mejores dentro de los mejores”; así que uno de los primeros postulados rectores del centralismo democrático se desprende de esta máxima Guevariana, como lo es la necesidad de establecer carácter electivo y selectivo de todos los organismos de dirección, de abajo arriba; comprendiéndose que el partido es la máxima autoridad y en función de esto, implementar la rendición periódica de cuentas por los organismos del partido ante sus organizaciones y ante los organismos superiores, y en esto hay que ser muy claros y precisos, Stalin decía: “la disciplina del partido raza con la militar”, y de hecho así debe ser, disciplina consciente y rigurosa, donde la minoría se subordine a la mayoría propugnando e impulsando la obligatoriedad absoluta de las decisiones de los organismos superiores para los inferiores.
Las jefaturas políticas jamás deben estar por encima de la organización, “Es necesario, por supuesto, luchar contra todos los errores individuales de los dirigentes, toda injusticia, etcétera; pero es necesario determinar estas “injusticias” y “errores” no en ellos mismos sino en conexión con el desarrollo general del partido” (1). El órgano supremo de dirección es el Congreso, que lo forman todos los militantes del partido, bien asistiendo directamente en su reunión o bien a través de camaradas elegidos democráticamente por sus compañeros y que les representan, en el más exacto sentido de esta palabra. “La vanguardia debe llamar al orden a los escépticos, a los pesimistas y a los traficantes de quejas. Sólo así se establecerá un régimen partidista saludable” (2). Asumiendo la Necesidad de una política clasista correcta como premisa principal para que exista una sana democracia de partido.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como partido revolucionario, representa los intereses del proletariado urbano y rural, del campesinado y los demás sectores explotados, debe organizarse y funcionar conforme a los principios de la democracia socialista a saber:
  1. Cohesión político-ideológica.
  2. Centralismo democrático, entendido éste como la subordinación del conjunto de la organización a la dirección; la subordinación de todos los militantes a sus organismos; la subordinación de los organismos inferiores a los superiores; la subordinación de la minoría a las mayoría; el control del cumplimiento de las decisiones del partido de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba; el carácter electivo de todos los órganos de dirección y el principio de dirección colectiva (responsabilidades individuales y colectivas), fundamentados todos en la disciplina consiente en base a la línea política, al programa y los estatutos que rigen la vida del partido.
  3. Dirección colectiva en todas las instancias.
  4. Rendición de cuentas ante las instancias de dirección y ante el pueblo.
  5. Revocación, producto de la evaluación de la gestión, realizada democráticamente.
  6. Ejercicio constante de la crítica y autocrítica, ante los propios errores y los de los otros u otras, con un estilo correcto dirigido a la superación de los errores.
  7. Ejercicio de la emulación socialista entendida como el reconocimiento de la práctica política e integridad revolucionaria de los y las militantes del partido” (3).
Notas.
  1. Sobre el centralismo democrático. Internal Bulletin (OCSPC), Nº 5, diciembre de 1937. Esta fue otra de las contribuciones de Trotsky a las discusiones previas a la convención.
  2. Sobre el centralismo democrático. Internal Bulletin (OCSPC), Nº 5, diciembre de 1937. Esta fue otra de las contribuciones de Trotsky a las discusiones previas a la convención.
  3. Libro Rojo Documentos Fundamentales PSUV. Pág.29 y 30.
Escrito Por: Eliezer Mora.
Equipo de Redacción: Ana Miliani, Olga Espinoza, Alexander Escobar, Willi Jiménez, Mónica Barahona, Jorge Bonilla, Dulce Camacaro, Martin Giménez, Simón Alí Bonilla, Segovia Daniel, Edgar Castro, Miguel Balustren, Miguel Gonzáles, Anyelo Cruces.

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