"La
juventud ha de ir a lo que nace, a crear, a levantar a los
pueblos vírgenes, y no estarse pegada a las faldas de la ciudad
como niñotes que no quieren dejarle a la madre el seno." José Martí.
pueblos vírgenes, y no estarse pegada a las faldas de la ciudad
como niñotes que no quieren dejarle a la madre el seno." José Martí.
Cuando
transcurrían los momentos más acuciantes de la revolución rusa,
Lenin, el gran líder histórico de la
revolución de octubre, se percato sobre la necesidad de un partido
de nuevo tipo; pues sin éste
era imposible llevar a puerto seguro el proceso revolucionario,
convencido de que por más versado que sea
un líder, así cuente éste con la máxima capacidad política e
ideológica, no puede éste hacer la revolución sino cuenta con un
partido organizado, altamente centralizado;
es allí donde el revolucionario ruso le echó mano al principio del
centralismo democrático, como única forma para dotar de dirección
y organización al partido que estaba llamado a hacer la revolución,
que para aquel entonces se definía como (POSDR), Partido Obrero
Social Demócrata Ruso.
Es
sabido que Lenin se planteó la puesta en práctica de este
principio, como única forma de crear el instrumento de clases
propicio para que el proletariado se enfrentara a la burguesía
haciendo suya la victoria; ahora bien,
veamos en que se sustenta el centralismo democrático. Se puede
empezar por decir que el partido está formado por los mejores
hombres como decía el Che. “Los mejores dentro de los
mejores”; así que uno de los
primeros postulados rectores del centralismo democrático se
desprende de esta máxima Guevariana, como
lo es la necesidad de establecer carácter electivo y selectivo de
todos los organismos de dirección, de abajo arriba; comprendiéndose
que el partido es la máxima autoridad y en función de esto,
implementar la rendición periódica de cuentas por los organismos
del partido ante sus organizaciones y ante los organismos superiores,
y en esto hay que ser muy claros y precisos, Stalin decía: “la
disciplina del partido raza
con la militar”, y de hecho así debe ser, disciplina
consciente y rigurosa, donde la minoría se
subordine a la mayoría propugnando e impulsando la obligatoriedad
absoluta de las decisiones de los organismos superiores para los
inferiores.
Las
jefaturas políticas jamás deben estar por encima de la
organización, “Es necesario, por supuesto, luchar contra todos los
errores individuales de los dirigentes, toda injusticia, etcétera;
pero es necesario determinar estas “injusticias” y
“errores” no en ellos mismos sino en conexión con el desarrollo
general del partido” (1). El órgano supremo de dirección es el
Congreso, que lo forman todos los militantes del partido, bien
asistiendo directamente en su reunión o bien a través de camaradas
elegidos democráticamente por sus compañeros y que les representan,
en el más exacto sentido de esta palabra. “La vanguardia debe
llamar al orden a los escépticos, a los pesimistas y a los
traficantes de quejas. Sólo así se establecerá un régimen
partidista saludable” (2). Asumiendo la Necesidad de una
política clasista correcta como premisa principal para que exista
una sana democracia de partido.
“El
Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) como partido
revolucionario, representa los intereses del proletariado urbano y
rural, del campesinado y los demás sectores explotados, debe
organizarse y funcionar conforme a los principios de la democracia
socialista a saber:
- Cohesión político-ideológica.
- Centralismo democrático, entendido éste como la subordinación del conjunto de la organización a la dirección; la subordinación de todos los militantes a sus organismos; la subordinación de los organismos inferiores a los superiores; la subordinación de la minoría a las mayoría; el control del cumplimiento de las decisiones del partido de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba; el carácter electivo de todos los órganos de dirección y el principio de dirección colectiva (responsabilidades individuales y colectivas), fundamentados todos en la disciplina consiente en base a la línea política, al programa y los estatutos que rigen la vida del partido.
- Dirección colectiva en todas las instancias.
- Rendición de cuentas ante las instancias de dirección y ante el pueblo.
- Revocación, producto de la evaluación de la gestión, realizada democráticamente.
- Ejercicio constante de la crítica y autocrítica, ante los propios errores y los de los otros u otras, con un estilo correcto dirigido a la superación de los errores.
- Ejercicio de la emulación socialista entendida como el reconocimiento de la práctica política e integridad revolucionaria de los y las militantes del partido” (3).
Notas.
- Sobre el centralismo democrático. Internal Bulletin (OCSPC), Nº 5, diciembre de 1937. Esta fue otra de las contribuciones de Trotsky a las discusiones previas a la convención.
- Sobre el centralismo democrático. Internal Bulletin (OCSPC), Nº 5, diciembre de 1937. Esta fue otra de las contribuciones de Trotsky a las discusiones previas a la convención.
- Libro Rojo Documentos Fundamentales PSUV. Pág.29 y 30.
Escrito
Por: Eliezer Mora.
Equipo
de Redacción: Ana Miliani, Olga
Espinoza, Alexander Escobar, Willi Jiménez, Mónica Barahona, Jorge
Bonilla, Dulce Camacaro, Martin Giménez, Simón Alí Bonilla,
Segovia Daniel, Edgar Castro, Miguel Balustren, Miguel Gonzáles,
Anyelo Cruces.
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