miércoles, 16 de enero de 2013

La Juventud y la Formación del Ímpetu Bolivariano (parte 1)

 ¡Joven, Empínate!

"La juventud ha de ir a lo que nace, a crear, a levantar a los
pueblos vírgenes, y no estarse pegada a las faldas de la ciudad
como niñotes que no quieren dejarle a la madre el seno.
"  José Martí.


El reto formativo que se impone a la juventud venezolana en los actuales momentos es de vastas proporciones, por un lado representan la continuidad de la integración, vista como premisa necesaria para lograr la unidad de los pueblos de América Latina; superando así las contradicciones de clases que sobre el marco de la integración quedan abiertas. Por eso los pueblos ven en ellos la unidad hecha carne, por el otro, la lucha en el que hasta ahora es un país capitalista se hace compleja y desigual en los momentos donde la dispersión ideológica es una constante del proceso bolivariano; en tal sentido se ha llegado a afirmar desde los altos mandos de la dirección del Partido a nivel nacional que: El socialismo florecerá primero en la clase media porque esta goza de mayor poder adquisitivo y tiene más niveles educativos. Estamos persuadidos que si consultáramos a Mafalda sobre esto respondería sorprendida: Caray y hasta hace poco se pensaba que el proletariado y el campesinado eran las clases de vanguardia para la construcción del socialismo.

Así de compleja es la situación para la juventud venezolana, esta deberá echarle mano al ímpetu bolivariano para avanzar y no dejar que las rodillas de nuestro pueblo toquen el suelo por causa del dolor y el sufrimiento de ver su dignidad mancillada. Ahora veamos en qué consiste el ímpetu bolivariano tarea urgente de la juventud venezolana. El ímpetu bolivariano debe estar formado por nuestro patriotismo, por la concepción internacionalista de Bolívar, por la abnegación y el profundo honor que reposa en un joven que encarna el ideal revolucionario de Bolívar como senda luminaria, orientada por la formación y organización del Marxismo-Leninismo.

Esta visión del ímpetu bolivariano amerita una conducta revolucionaria donde el cuadro debe sentir profunda vergüenza con la ausencia de la dignidad y el honor, pues estas dos virtudes serán su código moral, llegando a preferir su honor más que a su propia vida tal cual lo enseñara Bolívar durante su gesta libertaria, como que queda recogido en aquella estrofa del Himno Boliviano cuando dice Morir Antes que Esclavos Vivir. Entendiéndose que hay un sentimiento humano poderoso al cual debemos apelar los revolucionarios para instigar la formación de una conducta revolucionaria, “(El sentido de la vergüenza lo tienen todos.) El que lo pierda, quedará desahuciado.” (1) Es allí donde debemos trabajar sobre nuestros cuadros apelando de forma incesante a este sentimiento, aflorando los errores de los mismos ante la organización, ejercer la crítica solidaria, combatiendo la alcahuetería sobre estos, que por inmadurez o amiguismos estériles pasan desapercibidos en la organización. Esta política revolucionaria no debe ser juzgada de forma ramplona por alguno camaradas que en su condición de dirigentes y haciendo alarde de sus su soberbia llegan al punto máximo de la insolencia llegando a calificarla de intriga y a quienes la propician de intrigantes de oficio. Por el contrario esta política es la más justa y en ella debe descansar la conducta revolucionaria bajo una estricta vigilancia colectiva como muestra y señal de amor al prójimo ya lo decía José Martí criticar es amar. Ante estos planteamientos los revolucionarios debemos decir con toda honestidad. “¡Bienvenida sea la vergüenza!, ¡Bienvenida sea la pena si sabemos convertir la vergüenza en fuerza, si sabemos convertir la vergüenza en espíritu de trabajo, si sabemos convertir la vergüenza en dignidad, si sabemos convertir la vergüenza en moral!(2)
Los revolucionarios debemos apelar cuando sea necesario, al sentido del honor y de la dignidad del hombre, del pueblo. Los pueblos han sido capaces de realizar hechos extraordinarios impulsados por ese sentido del honor, de la dignidad y de la vergüenza, sentimientos que hacen a los combatientes, a los buenos soldados en la guerra y a los buenos guerrilleros en la lucha. Ese sentimiento que hace que el hombre sepa apreciar más su honor que su vida, por lo tanto junto a Fidel lo creemos como decisivo en la conducta del hombre y el único resorte al que los dirigentes deben apelar incesantemente.

1.Mao Tse-Tung. Critica a las Reaccionarias ideas de LIANG SHU-MING. O.E. Tomo. V
2.Discurso pronunciado por el Comandante Fidel Castro Ruz, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Primer Ministro del Gobierno Revolucionario, en la concentración conmemorativa del XVII aniversario del asalto al cuartel Moncada, efectuada en la Plaza de la Revolución, el 26 de julio de 1970.


Escrito Por: Eliezer Mora.
Equipo de Redacción: Ana Miliani, Olga Espinoza, Alexander Escobar, Willi Jiménez, Mónica Barahona, Jorge Bonilla, Dulce Camacaro, Martin Giménez, Simón Alí Bonilla, Segovia Daniel, Edgar Castro, Miguel Balustren, Miguel González, Anyelo Cruces.

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