martes, 4 de septiembre de 2012

Chávez y el mito

de Marco Vito Sipan Torres, el El jueves, 30 de agosto de 2012 a la(s) 19:11

Trece años de proceso revolucionario en Venezuela están a prueba este 7 de octubre, el pueblo que viene respaldando este proceso, así como a su conducción de parte del comandante Chávez, están convencido  de que la revolución no puede ser revertida y aunque sean las fuerzas del enemigo muy grandes, el despertar de un mito en los corazones y las conciencias de las masas están dispuesta a desplegar todas sus fuerzas para combatirlas.

En Venezuela nadie esta calmo, todas la regiones laten, gritan y proclaman un futuro socialista por parte de los revolucionarios, la Burguesía venezolana cada vez mas fascista junto al imperialismo buscan asestar una estrategia de desestabilización del régimen, han aprendido las macabras maniobras ocurridas en Libia y ahora Siria.

El imperialismo se choca esta vez con Chávez y puede ser un desenlace histórico, esos que cada cierto periodo  en la historia de la civilización aparece como épicos y dan giro al mundo entero. No hay que ser exagerado para saber  que solo la invasión de tener éxito podría estancar la revolución bolivariana, pero nunca retrocederla.  

La democracia venezolana endeble por la dirección de una burguesía sin proyecto histórico, ni patrio, ha sido conquistada por el pueblo venezolano, la ha puesto a su servicio y está construyendo inéditas circunstancias en el desenvolvimiento de la lucha de clases. Y esto no puede ser entendido, sin su expresión más genuina de esta etapa historica, que es la genialidad del comandante Hugo Chávez, aquel hombre resultado de la historia, que copa todo aspecto humano, que recrea todo un simbolismo de espíritu revolucionario, aquel titán que dirige su mira a todo, al mundo, al futuro humano. Este líder, es producto de la historia, y él ha decidido ir contra ella, para hacerla avanzar, está convencido más que cualquiera del fin del capitalismo y dirige al pueblo venezolano hacia ello, hacia el socialismo.
Latinoamérica de manera dura, ha aprendido a no copiar, ni calcar revoluciones. Y tampoco tiene una biblia a donde recurrir, para nuevos augurios. Pero lo que si tiene es al comandante Hugo Chávez, el mito hecho hombre,  aquel que entiende su papel y que está convirtiendo al socialismo en una religión para las masas en el sentido del Amauta Mariátegui, sin ritos, ni iglesias, pero si entendiendo que lo “sagrado” es la libre determinación y la lucha contra la explotación e injusticia. Ha creado una voluntad colectiva, aquella mística revolucionaria, esa fe por el futuro, la pasión por la vida, que es la mayor arma que puede tener el pueblo para luchar contra sus opresores.

El pueblo venezolano sabe que se enfrenta contra la elite del mundo y no le tiene miedo. Por el contrario está desesperado por echarle de una vez la mano, y ponerlo en los anaqueles de la historia.  Y como siempre en la historia la juventud en Venezuela se pone a la vanguardia, son los jóvenes que están calentando la calle, está calentando Latinoamérica también junto al comandante.

El 7 de octubre ardera Venezuela, esta vez porque el pueblo quiere seguir  siendo irradiada por la almenara  del socialismo. Y los jóvenes revolucionarios de Latinoamérica abrazamos esta tierra, su proceso y entendemos la dirección estratégica del comandante Chávez, de su partido, de su frente político. Venezuela es la punta de lanza de la liberación de Latinoamérica. Sus avances, en lo económico, en lo político y en lo social, también se sienten en el espíritu de su pueblo. Estamos aprendiendo a pensarnos como propios y eso se lo debemos a Venezuela, a la puesta en marcha del sueño de la patria grande. Venezuela y Chávez son el mito que despierta el alma matinal en Latinoamérica.

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