martes, 2 de octubre de 2012

El Partido y la Organización (Parte 2)



¡Joven, Empínate!
"La juventud ha de ir a lo que nace, a crear, a levantar a los
pueblos vírgenes, y no estarse pegada a las faldas de la ciudad
como niñotes que no quieren dejarle a la madre el seno.
"  José Martí.

“Yo creo que José Martí cuando dijo: «En política lo real es lo que no se ve», se refería a la política burguesa”. Así acotaba el comandante presidente HUGO CHAVEZ; este comentario en el programa del conocido periodista José Vicente Rangel, televisado el domingo 30 de septiembre del año en curso. Pues de esta forma abría el comandante presidente, una opinión que sustenta que la burguesía siempre trata de ocultar sus planes como lógica perfecta y entendible, debido a que sus planes entrañan intereses diametralmente opuestos a los de nuestro pueblo. Simplemente es la burguesía enemiga histórica de la clase obrera. Tal como lo expresa el MANIFIESTO COMUNISTA en su acápite Burgueses y Proletarios. “opresores y oprimidos se enfrentaron siempre, mantuvieron una lucha constante, velada unas veces y otras franca y abierta”.

Por eso el capitalismo se nos presenta como el reino de la anarquía, hace de ésta un velo que oculta su rostro, procreándola, diseminándola y la hecha afuera conservando para sí una estricta organización, haciéndola prácticamente imperceptible, así en el orbe de la anarquía, de la confusión, lo organizado triunfa. En términos más concretos el pueblo que es refranero ya nos lo viene diciendo: “En el mundo de los ciegos el tuerto es el Rey”.

De allí la necesidad impostergable para los revolucionarios de asumir, la organización y su máxima expresión que es el partido como instrumento de vanguardia. Por eso, cada uno de nuestros militantes debe ser un vigilante del sentido, el rumbo, la organización, la estructura y el contenido con que se maneja nuestro partido, como centro regulador de la vida en sociedad, jerarquizando y regulando todas las funciones del componente orgánico de nuestro pueblo. En tal sentido el partido es el sistema nervioso de nuestra sociedad, encargado de conducir, trazar la vía para la construcción del socialismo.

En el futuro cercano la gran batalla de la revolución bolivariana, se librará dentro del partido, por eso no es de extrañar los acercamientos que vienen dando algunos líderes de la oposición, quienes llegan a nuestras filas a encontrarse con sus correligionarios, para así luchar dentro del partido por afianzar su línea de pensamiento, dentro de nuestras propias entrañas. Ante tal amenaza debemos evaluar nuestro partido bajo los siguientes criterios: ¿Esta en capacidad nuestro partido de librar una lucha tenaz contra el oportunismo, que se ha enquistado en sus filas? ¿Tiene nuestro partido una doctrina sólida para la construcción del socialismo? ¿Podrá nuestro partido combatir las líneas del pensamiento que se expresan en la doctrina de la “democracia burguesa”? ¿Cuál debe ser la doctrina de nuestro partido? ¿Será posible construir el socialismo con un partido policlasista?   

Son éstas algunas de las interrogantes que nos debemos hacer ante la conspiración burguesa en nuestras filas. Es sabido que sin muchas de las premisas señaladas anteriormente no lograremos la construcción del socialismo,  entendiendo que este no es producto de la voluntad de un hombre y las masas medianamente organizadas, sino que hace falta convertir a nuestro partido en un “Un partido combativo, un partido revolucionario, lo bastante intrépido para conducir al proletariado a la lucha por el poder, lo bastante experto para orientarse en las condiciones complejas de la situación revolucionaria y lo bastante flexible para sortear todos y cada uno de los escollos que se interponen en el camino hacia sus fines”. (1)

Ante este escenario se hace necesario dar un salto cualitativo en términos doctrinarios, cerrar filas en cuanto nuestros criterios sobre el partido y trascender la maquinaria electoral, para convertir ésta en una gran maquinaria revolucionaria, que practique el centralismo democrático, asumiéndose clasista, y eminentemente marxista, sin al menos estas tres características no podremos enfrentar la guerra que se nos plantea en términos políticos partidistas.  

1. J. Stalin del folleto principios del leninismo página 100.

Escribe: Eliezer Mora.
Equipo de Redacción: Ana Miliani, Olga Espinoza, Alexander Escobar, Willis Jiménez, Mónica Barahona, Jorge Bonilla, Krisneydi Gordillo, Dulce Camacaro, Martin Giménez, Simón Bonilla, Segovia Daniel, Edgar  Castro, Miguel Balustren, Miguel Gonzáles, Anyelo Cruces.

(Continuará)

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